Película de ciencia ficción, de esas que hay una invasion de extraterrestres y te los tienes que imaginas porque no hay pasta para efectos. De las de ver al medio día mientras haces otra cosa (y/o te echas la siesta), una cabezada tampoco te impide seguir la trama.
Llegan los marcianos (o los extraterrestres, a saber de donde vienen), se quedan con la tierra y encima la gente (o mas bien la mayoría de la gente) les ríen las gracias mientras ellos se llevan los recursos naturales del planeta (ostia, donde he visto yo esto antes).
Un policía intenta huir con su familia y es vaporizado … dejando a sus dos hijos pequeños solos. Años después, a ver si imaginais quién es uno de los lideres de la rebelión.
Y es que la película no es aburrida, se deja ver … pero de originalidad va un poco justa (si, ya sé que a estas alturas es muy difícil sorprender). Tiene mas pinta de refrito. De las de ver y olvidarse.
Al menos esta vez los alienigenas no comen ratones … por cierto, hay que felicitar al tio que hizo los carteles promocionales, por hacernos creer cosas que no son.