Cuando todo el mundo habla de una película (y casi todo el mundo sin haberla visto) pueden pasar varias cosas, que realmente sea una pasada (cosa que no suele suceder), o que sea un bodrio de proporciones épicas. Esta vez creo que han equivocado la fuente de las críticas, la peli no es mala … pero tampoco es que sea la mejor película de zombis de la historia. Se deja ver y poco más.
Lo de hacer las pelis con tintes ochenteros empieza a cansar … porque al final son todas iguales … camiones del ejército con una caja (por supuesto, nadie sabe lo que hay dentro de la caja), ostiazo contra otro coche (por hacer algo que no se debe de hacer mientras conduces), caja rota, soldados muertos, epidemia zombi. Vamos algo que no se ha visto nunca en el cine.
Las vegas llenas de zombis, con un jefe que se comunica y que además tiene una novia (zombi, por supuesto), las cosas se van de madre cuando el dueño de un casino pretende robarse a sí mismo. Y a partir de ahí sobra la mitad de la película, en cuanto hayas visto alguna peli sabes de sobra quien va a palmar, y me atrevería a decir que en el orden.
Vamos que es la típica de ver una vez y se acabó, y también, habrá segunda parte … cuantas veces el único tipo que se salva se da cuenta de que tiene un mordisco cuando ya es demasiado tarde. Es demasiado difícil ser innovador en este mundo (el de los zombis), buenos efectos, no demasiada sangre y una banda sonora mejorable (mejorar los primeros 10 minutos de Zombieland es dificil).
Estreno en cines y unos días después en Netflix. No es la peli que iria a ver al cine, y menos ahora … con mascarilla ni de coña.