Curiosa serie recién estrenada en Netflix. Con Drew Barrimore como protagonista (y además productora). Comedia de horror, toma nombre que se han inventado, pero es bastante acertado. Sangre y casquería en tono de humor … bastante sangrienta … y eso es lo mejor.
Tenemos un matrimonio típico de los USA que se gana la vida vendiendo casas, un día en medio de una visita la mujer se pone a vomitar a saco … y de repente … se muere … y vuelve a la vida.
Así sin mas explicaciones, la buena mujer empieza a tener hambre y necesita comer carne. De momento parece que se apaña con carne picada de la nevera, pero pronto empieza el hambre de verdad y las ganas de matar.
Y como no puede contenerse se carga a un tío y se lo come (bueno casi se lo come), a todo esto el marido y la hija andan flipando pero se lo acaban tomando mas o menos bien (el marido es un fumeta, así que eso debe de ayudar).
El matrimonio, que siempre ha estado muy unido decide que ahora no va a ser diferente, así que trazan un plan para matar gente y que la Sheila (que así se llama la madre-zombie) pueda comer. La cosa no sale bien, y chapuza tras chapuza acaban cargándose a quien no deben … pero la suerte esta de su lado y parece que no les acaban pillando.
Una serie de lo mas extraña, porque todo es tan absurdamente subrealista que acaba siendo entretenido, y además no se cortan ni un pelo con la sangre y la casquería. Los episodios son muy cortos y no se hacen nada pesados.
No creo que se lleve muchos premios, pero por lo menos es entretenida. Otra vuelta de tuerca al genero de los Zombies.